Apagar y encender

Hace menos de una semana me compré un libro titulado Reiníciate, del filósofo Antonio Fornés. Supe de él a través de un programa de radio que escuché durante el trayecto de vuelta de Semana Santa, en el que tuve atascos varios que añadieron 2 horas a mi viaje. Pues bien: llevaba tiempo con la necesidad de reiniciar «el equipo».

Pero, para reiniciar, es necesario apagar y encender. Y resulta que la Vida, esa que toma el aspecto de Jessica Lange cuando habla con Bob Fosse, respondió con el apagón del siglo, el «gran apagón» del 28 de abril de 2025. Dijo algo como:

Esto es apagar. Esto es reiniciar. Disfrútalo.

Tuve la suerte de disfrutar del día, por el sencillo motivo de que no puedo trabajar sin una conexión a Internet. Incluso si la batería del portátil puede durar unas horas, las fuentes de información y muchas de las aplicaciones están en la web. Incluso utilizo el diccionario online de la RAE, o la resolución de dudas de Fundéu.

Enseguida encendí mi radio a pilas. Debo de ser de las pocas personas de mi generación que sigue escuchando la radio en un dispositivo como este, y lo hago, precisamente, para no depender de una conexión a Internet o de unos datos; simplemente, le das a la rueda, se enciende y suena. También tengo en el coche un mapa de carreteras de papel. Siempre puede darse el caso de perder el acceso a los datos en tiempo real. Si te pilla por la carretera, el mapa tiene las vías principales, aunque haya habido modificaciones.

Pude hacer deporte, pasear y ver gente por la calle, familias, niños jugando en instalaciones que suelen estar vacías, vecinos charlando alrededor de un banco en un parque… y pude ver las estrellas. Vivo en una zona en la que el cielo de noche se ve naranja, por la luz de las farolas. Así que pudo ser el único día en el que se vieron las estrellas en este lugar, ayudadas por la Luna Nueva. Por varias horas, recuperamos la sensibilidad «ante la maravillosa pluralidad de colores que el mundo nos ofrece», en palabras de Antonio Fornés.

Fue también como un breve bocado, comprimido, de lo que fue el confinamiento de 2020, con lineales de supermercado vacíos y la gente comprando lo que nunca, velas, latas de guisos imposibles, o pilas de un tamaño inusitado. También, se podía vivir plenamente aquello que sí se tenía o sí se podía hacer: el tiempo de pronto pasaba mucho más despacio. Es curioso: cuanto menos prisas, más da tiempo a hacer.

A través de esa radio a pilas, es como supe que no era un apagón en mi barrio, sino en toda España. Oía cómo muchas personas se habían quedado atrapadas en los trenes y metro, pero también en los ascensores, cómo el apagón sorprendía a cada persona en una situación distinta e impedía comunicarla con otras, pues perdimos incluso la posibilidad de establecer contacto telefónico. Además, después se ha sabido que algunas personas han fallecido por este suceso: es un tema serio y que da que pensar sobre dónde está España como país.

Las fechas de entrega ajustadas se iban al garete, los emails se quedaban en el limbo, de fondo, se podía sentir el alivio de no tener que trabajar a contrarreloj, de poder parar, junto con cierta ansiedad imaginando que, al día siguiente, se trataría (sin éxito) de recuperar el tiempo perdido en esos proyectos donde muchas personas estábamos ya haciendo un esfuerzo superior.

Solo quedaba volver a finales del S. XIX, primeros del S. XX, pero con menos medios: si en la casa no hay gas butano, no hay fuego y no puedes cocinar. Tampoco hay lámparas de aceite. Velas y linternas, incluida la del móvil, que quedó reducido a eso, a ser una linterna. Noticias a través de la radio, que permite prestar atención a la comida o a las otras personas, que no absorbe tanto como la tele. Y poco más; tal vez, recuperar la lectura de libros, el deporte, los paseos.

Qué perdura

Reflexionando sobre mi último libro, Itinerario personal para la empleabilidad, II, en el que la persona puede descubrir y trabajar sus competencias personales, emocionales, sociales y emprendedoras, en el que se crea un curriculum vitae y se prepara para lanzarse al mercado laboral, en el que constituye una empresa partiendo de una buena idea emprendedora que tenga solvencia, pensé que lo que perdura es lo humano: la parte más «moderna» del libro muestra herramientas y aplicaciones que se utilizan para todo esto, y, paradójicamente, es la que se queda obsoleta primero. En una situación como la del apagón, esa parte ya no es aplicable, claro.

En cambio, lo más humano, aquello que habla de las competencias, de conocerse muy bien y de crear una marca personal, eso no cambia. Es sobre lo que suelo escribir en este blog, como sabéis los lectores asiduos, pero también aquello sobre la que he tratado en los manuales Herramientas de coaching y Habilidades de comunicación en el aula.

En un mundo distópico en el que, inesperadamente, perdiéramos todo contacto con el mundo online, con internet, las aplicaciones, los buscadores, la inteligencia artificial… recuperaríamos parte de lo humano que ahora sentimos diluido, ajeno a sí mismo. Y buena parte de ello es el contacto real con otras personas, con la vecina, con los niños que están jugando en la calle.

¿Cómo fue el día del gran apagón en tu caso? ¿Cómo pasaste las horas de incertidumbre que vivimos? ¿De qué te diste cuenta? Me gustará leer sobre ello en la sección de comentarios. Muchas gracias por leer y por compartir.

Ya estamos todos obsoletos, tú también

¿Piensas que hay sectores de la economía anclados en el pasado? Yo también lo pensaba. Pero ahora pienso que lo están todos, que el mundo mismo, tú, cualquier persona o empresa de cualquier sector, estamos anclados en el pasado. Me explico.

En los últimos meses, estoy trabajando estrechamente con la editorial Paraninfo para la edición y publicación de varios libros de los que os vengo hablando. Puede que pienses que el mundo editorial está herido de muerte. Hace tiempo, cuando me dedicaba exclusivamente a la formación online, también lo pensaba, porque tenía la creencia de que los contenidos online, incluidos los libros en formato electrónico, arrasarían con el papel, que tendría un uso muy residual.

Pero ha ocurrido lo contrario: «el papel» está muy vivo, se editan libros de todo tipo (también conozco editoriales de otros cortes, como Ediciones Pàmies) y los libros se publican y se leen.

Así, he dejado de creer que el mundo editorial esté especialmente anclado en el pasado. Ahora pienso que este sector no difiere demasiado del resto. ¿Por qué? Porque actuamos conforme a como se actuó ayer, el año pasado, «se viene haciendo» o «se debe hacer».

Oímos a gurús de diversas disciplinas decir:

El momento presente es lo único que existe, la vida se renueva a cada momento.

Entonces, en el momento único y totalmente novedoso en el que estoy, estoy repitiendo el pasado porque «se ha establecido así», porque «ahora no vamos a reinventar la rueda» y porque es más cómodo, la verdad. Otra de las razones por las que se actúa según las reglas del pasado es por miedo: todo lo nuevo se mira con cierto temor, quizá porque se prefiere lo malo conocido. Recordad que estas son las dos razones que nos daba James Hollis para no actuar: letargo y miedo.

Por muy puntero que sea un sector, se queda atrás en un lapso asombrosamente corto. Ejemplos:

  • Las nuevas tecnologías: hombre, nuevas… Ya lo de «nuevas» lo deberíamos quitar de la expresión.
  • El aprendizaje electrónico: existe desde 1990, por lo menos (ya sabes, el CD que te enviaban a tu casa). Desde que existe el software, existe el e-learning, aunque en un primer momento fuese offline. La formación online también va teniendo unos añitos.
  • Las redes sociales: estudié un máster en Marketing digital en 2016. En ese momento, Facebook lo petaba, Instagram no se usaba para el marketing digital y TikTok ni existía. De hecho, hace muy poco X se llamaba Twitter y lo que ocurre con esta red social cambia con bastante frecuencia.

Por otro lado, sectores menos «innovadores», especialmente los de las relaciones personales (enseñanza, psicología, restauración, cuidado de personas) parece que cambian menos: es que el ser humano que hay detrás es el mismo.

¿Cuál es el caso de la IA?

La IA es probablemente el sector que más vive en el ahora. Va a tal velocidad que las sorpresas son semanales, casi diarias. Cuentes lo que cuentes sobre esto, queda obsoleto en muy poco tiempo. Por ejemplo, aquí hemos mencionado que ChatGPT escribe de cierta manera (eso ha cambiado poco), pero se ha hecho más listo. El becario ya tiene experiencia: tras darte el resultado de lo que pides, un resultado cada vez más ajustado y fiable, te pregunta si quieres que te ponga la información en un descargable, te cree una tabla o la oriente a tal o cual audiencia. Va siempre más allá. En la evaluación del desempeño, lo pondrían por las nubes. Quizá le asciendan.

Luego está el buscador de Google. ¿Por qué molestarse en preguntar a ChatGPT si el buscador de Google ya te da la respuesta en primer lugar? Por ejemplo: al escribir este artículo, me preguntaba cuándo surgió TikTok. Pues bien:

Respuesta generada por Google para que 1) no pienses más, 2) no haga falta que hagas clic en ningún enlace.

Sea como fuere, la dinámica del universo es el cambio constante, es un baile, subes y bajas y, como te despistes, sobre todo a partir de cierta edad, te quedas obsolet@ y luego tienes que enterarte de qué porras es el upskilling y el reskilling, sobre todo este último, que no es ni más ni menos que reciclarse.

El mazacote

Explicaba hace pocos días Marian Rojas Estapé la necesidad de mantener niveles altos de dopamina que nos generan las redes sociales y otras apps con notificaciones o cambios. También habla de ello un clásico de nuestro blog, Andrew Huberman, que explica cómo en cada parte de satisfacción del deseo hay un dolor asociado a necesitar más de lo mismo la próxima vez. Lo hace al hablar de la motivación, pues la dopamina está detrás de ella:

Es probable que la mayoría de la sociedad en edad de estudiar o trabajar esté drogada con altos niveles de dopamina que anulan el córtex prefrontal. Competir con esa constante fuente de gratificación tan adictiva es un reto para quienes nos dedicamos a generar contenidos. Si además se trata de «contenidos pedagógicos», la probabilidad de que el usuario abandone esa información en pro de algo mucho más motivador, atractivo y que enganche es muy alta.

Lo que se nos pide desde las editoriales y otros proveedores de materiales formativos es «cortar el rollo» a través de:

  • Simplificar.
  • Trocear.
  • Favorecer la claridad frente a la precisión.
  • Añadir elementos gráficos siempre que sea posible.
  • Agregar interactividad por doquier.

He observado que nuestro lenguaje se va haciendo más superficial, a base de evitar ser demasiado retórico, demasiado oscuro por buscar la precisión, o demasiado «intenso». Por otro lado, yo siempre he defendido un lenguaje llano y el uso de frases cortas (lee cualquier entrada de este blog), porque facilita la comprensión del mensaje y lo acerca al receptor. Pero…

Pero, ¿qué habría sido de nosotros en la época de Galdós?

Acabo de terminar de leer un episodio nacional de don Benito, Bodas reales, que tiene como trasfondo las bodas simultáneas de Isabel II y su hermana Luisa Fernanda. He de decir que no es de las mejores novelas de Galdós. También tengo que decir que, como nos está pasando con esto de la dopamina, me cuesta más mantener la atención en un texto con este aspecto:

Página aleatoria de un episodio nacional de Galdós especialmente denso.

Obsérvese que hay que llegar muy abajo en la página para encontrar un punto y aparte. Este episodio tenía la mayoría de las páginas como esta, lo que en sí no es bueno ni malo (hay que valorar el contenido de cada una), pero sí lo hace un mazacote más difícil de digerir que cuando se ofrecen diálogos, frases más cortas o capítulos más sintéticos. Lo cierto es que he podido con ello, sigue dibujando personajes con maestría, emocionando con las ideas y venidas de personajes anónimos que tienen cierta relación con los personajes históricos, pero, cada vez que pasaba la página y veía de nuevo tantas letras juntas, confieso que me generaba una cierta frustración.

Las ventajas de estar en el siglo XXI

Creo que la simplificación del idioma, de los mensajes y de los materiales formativos ha ayudado a acercarlos al alumnado y a llegar a una audiencia mayor. Si comparo los manuales de formación que publiqué en 2010 con los que he publicado en 2025, Herramientas de coaching y Habilidades de comunicación en el aula, los nuevos son menos retóricos, tienen muchos más ejemplos, actividades y casos prácticos, gráficos mejor elaborados y un saber situarse en el lugar del lector /profesorado /alumnado que no podía tener cuando carecía de la experiencia que tengo hoy.

Para mí es fundamental el respeto al alumnado. No suele ser el que paga la formación, por tanto, no es el cliente final, pero sí es el destinatario, a quien se dirigen los esfuerzos por hacer comprender unos conceptos y ayudar a aplicarlos. Su experiencia ha de ser de calidad, y esto mejora los productos formativos. Respetar al alumnado cambia el material educativo, lo acerca, le quita un corsé. Y lo que más mejora son los test, porque no se busca «pillar» ni «ser gracioso», sino ayudar al alumnado a detectar qué partes no ha comprendido bien o no le han quedado del todo claras.

Dice Isra Bravo

Dice Isra Bravo que el título de los capítulos de un libro es lo que hace que ese libro se venda. Y estoy de acuerdo en que ayuda: estás en una tienda, real o virtual, hojeas un libro y los títulos de los capítulos te ayudan a entender de qué va. Es más, te atraen, te enganchan, te despiertan la curiosidad… o no.

Lo que pasa es que en un libro de formación reglada esos títulos vienen impuestos, como es el caso de los manuales que acabo de publicar: Herramientas de coaching y Habilidades de comunicación en el aula. Estos libros responden a un currículo decidido en un programa formativo fijado por el Ministerio de trabajo, migraciones y seguridad social. Así, ni el título del libro, ni el título de los capítulos, ni, por ende, el contenido de estos, lo decide el autor.

El autor tiene que honrar aquello que ya está establecido.

Imagen generada por IA directamente en WordPress. Este libro debe de tener unos títulos de capítulo flipantes.

¿Qué hacer entonces?

Pues poner la creatividad a tope. Cuando una unidad se titula, por ejemplo: «El diálogo y otros discursos plurigestionados», buscas la manera de explicar algo relevante para el alumnado, utilizando lo que conoces e investigando lo que no. Tal como dice Brigitte Champetier:

Las dificultades nos hacen creativos.

Y así es: cuando no escribo lo que me da la gana, sino lo que viene marcado por una ley, o por lo que solicita un cliente, o lo que exige un plan de estudios, entonces mi creatividad se pone a prueba, así como mi capacidad para hacer atractivo e interesante un contenido que no llama la atención por su título.

A veces, se podría flexibilizar esta escritura y poner títulos «más locos». Pero en la formación suelen esperarse títulos aburridos. Un título loco llama la atención y, a continuación, asusta a quien ha encargado el material. Muy en la base de todo esto está el «la letra con sangre entra», frase espeluznante, esa creencia de que la formación tiene que aburrir, porque si no «es otra cosa». Esa puede ser una razón por la que existen tantos cursos malos, tal como afirma el gran Tom Kuhlmann, uno de los mejores diseñadores instruccionales de EE. UU.

Y es que es otra cosa la que se necesita: la formación tiene que motivar y tiene que ayudar a retener y utilizar conceptos. Ayuda mucho más el título «¡Incendio en la planta 8!» que «Prevención de riesgos de incendio». Hay muchos estudios científicos sobre esto. Sea un libro o un curso de formación en línea, la experiencia del alumnado se enriquece mucho si utilizamos principios de marketing, como hace Mike Taylor, diseñador instruccional senior. Por ejemplo, según comenta el propio Mike:

¿Sabías que el alumnado se forma una impresión de tu formación en tan solo 50 milisegundos? ¡Eso es más rápido que un parpadeo! Si tu diseño y presentación no captan la atención al instante, ya los has perdido.

Así que, siempre que sea posible, vale la pena motivar, sea a través de títulos más atractivos, sea a través del contenido pertinente, entretenido y práctico.


Por cierto, he de decir que los títulos de los capítulos ayudan, pero que un libro puede tener mucho éxito con títulos crípticos, tan escuetos que no dicen absolutamente nada. Eso pasa con el famoso libro de Eric Ries, El método Lean Startup, que va por la edición 26.ª en Deusto, con capítulos como: «Saltar», «Probar», «Definir», «Pivotar (o perseverar)», o «Formar lotes». Cuando vuelves al libro y quieres encontrar rápidamente dónde hablaba de los early adopters, te toca revisar el libro casi página por página.

Un proceso de transformación

Puede que los visitantes habituales de este blog hayan notado algunos cambios en él a lo largo del año pasado y, especialmente, este año 2025 (del que llevamos menos de un mes).

Han aparecido dos páginas nuevas, Servicios y Portafolio, y Servicios se ha convertido en la página de inicio. También, han desaparecido algunas páginas que seleccionaban categorías del blog, como Desarrollo personal, y otras dedicadas a cursos que he impartido y al coaching personal.

Y, sobre todo, hay menos frecuencia en las entradas del blog: casi no recibes mensajes.

Todo esto responde a un proceso de transformación muy intenso que estoy viviendo. Quizá me estoy transformando en mí misma. El caso es que, tras constatar que puedo ser de mucha más ayuda escribiendo que dando clase o siendo coach, tras darme cuenta de que a través de los libros puedo realmente ponerme al servicio de un alumnado potencial, he reorientado esta página web, que siempre fue un blog, y he añadido una información que nunca estuvo allí, la que coincide con la que ha sido mi profesión los últimos 15-20 años.

Imagen generada por IA directamente desde WordPress. Nótese que he pedido que esta mujer tuviera 45 años, pero me pega que tiene 10 más. O es que yo me veo más joven, je, je.

Honrar la profesión

Los últimos 15 años me he dedicado a la formación online y los últimos 20 a la formación y la escritura de contenidos formativos. La mayoría de mi trabajo está incluida en cursos de formación en los que no hay reconocimiento de autoría. Aun así, estoy agradecida de haber podido escribir contenidos en español y en inglés para clientes muy importantes, internacionales. Mis clientes han recurrido a mí cuando necesitaban una creación de contenidos de alto nivel (en este caso hablamos de escritura de materiales formativos).

Para honrar todo esto, cuando ahora me busquen potenciales clientes encontrarán algo de información, en lugar de encontrar la última entrada de blog, que puede tener relación con mi trabajo, pero normalmente no es así: ya sabéis que trato de abarcar conocimiento de muchas ramas, me apasiona conocer y aprender y, por extensión, enseñar.

Último proyecto retador

He estado escribiendo un manual de formación profesional muy importante, por su proyección. Solo puedo sentir agradecimiento por la editorial que ha confiado en mí para este gran proyecto y, en especial, por la editora de adquisiciones que contó conmigo para ello. En estos meses, he conocido a algunas personas muy interesantes de las que estoy aprendiendo mucho.

  • Por ejemplo, si quieres saber cómo crear tu marca personal y mantener una coherencia, sigue a Andrés Pérez Ortega.
  • Si quieres emprender, pero te faltan datos, o te faltan pistas, sigue a Jesús Alonso Gallo.
  • Si no logras contactar con tu audiencia ni tienes muy claro cómo publicitar tu marca, sigue a Isra Bravo.
  • Además de conocer a estas personas, he aprendido muchas cosas de temas variados, relacionados principalmente con dos campos: la empleabilidad y el emprendimiento.

¿Qué pasa con el desarrollo personal?

En cuanto al desarrollo personal, que motivó la apertura de este blog en 2008, estoy ahora releyendo Los desafíos de la vida actual, un libro visionario de Brigitte Champetier de Ribes, un libro de cabecera que en cada lectura ofrece una información nueva, que depende por entero de lo que la persona es capaz de ver y admitir. ¿Y cuáles son esos desafíos de la vida actual? Pues en este momento estoy leyendo sobre la existencia de perpetradores y víctimas al servicio de una reconciliación posterior, que es el amor mayor. Esto significa que tanto unos como otros no eligen el papel que les toca en esa dinámica, ese baile que permite avanzar la vida, y que demanda de las personas decir sí y confiar, sin tener la capacidad de comprender la profundidad de estos movimientos. Lo que ahora percibo al leer esta parte está transformado por las tomas de conciencia que he tenido al revisitar el libro Morir para ser yo, de Anita Moorjani y otros libros sobre experiencias cercanas a la muerte. No puedo decir mucho más sobre esto, porque las piezas aún están colocándose en mi mente.


¿Y tú? ¿Cómo ha comenzado tu año? ¿En qué estás? Como siempre, estoy agradecida de que leas este blog y que compartas las entradas con quien quieras.

A quién seguir en e-learning

Ahora que me encuentro reciclando mis conocimientos y renovando mis contactos, quiero hacer un compendio no exhaustivo sobre a qué diseñadores instruccionales(*) seguir, grandes profesionales del aprendizaje electrónico que llegan más allá. Es sólo un breve listado; hay muchos más profesionales que me dejo fuera.

(*) Un diseñador instruccional es una persona experta en pedagogía y en convertir información en formación (que no son lo mismo), en un formato interactivo y motivador para el alumnado, utilizando herramientas de autor.

Diseñadora instruccional. Imagen de F1 Digitals en Pixabay

Tom Kuhlmann

Tom Kuhlmann trabaja para Articulate, empresa creadora de las herramienta líderes del mercado en el sector e-learning. Hace más de diez años, comencé a participar en E-Learning Heroes, la comunidad de Articulate. Enseguida conocí a Tom y empecé a leer los artículos de este experto, así que le pedí permiso personalmente para traducir algunos de ellos. Tuve la suerte de poder hacerlo. Referencio algunos de los que traduje:

Este gran especialista, con más de 20 años de experiencia y una capacidad didáctica sorprendente, tiene muchísimos más artículos que son de ayuda a cualquier profesional del e-learning. Si trabajas en formación y desarrollo, te animo a seguirle.

Tuve la suerte de conocer a Tom en persona en el Articulate Day de 2019 organizado por Actua Solutions, algo por lo que estoy muy agradecida.

David Anderson

En el mismo evento, conocí a David Anderson, con quien también había estado en contacto en el mundo digital por varios años. David propone cada semana un «e-learning challenge«, un desafío de formación online, para que los diseñadores instruccionales podamos entrenar nuestros conocimientos en las potentes herramientas de Articulate, siempre aplicando los pilares del diseño instruccional, logrando interactividades mucho más motivadoras para el alumnado y que realmente produzcan un aprendizaje. Pero la actividad de David va más allá: mucha de la formación que ofrece Articulate de forma gratuita a sus usuarios la imparte este gran profesional con muchos años de experiencia.

Connie Malamed

Esta experta en diseño instruccional tiene una página web llena de recursos gratuitos, The eLearning Coach. Su boletín mensual con consejos para profesionales del sector es totalmente práctico y ameno de leer. Además, Connie ofrece al inicio a los nuevos suscriptores varios artículos para comenzar a situarse, divididos entre aquellos que son neófitos en el e-learning y aquellos que tienen una amplia experiencia. Según sus propias palabras:

Mi objetivo con el boletín informativo The eLearning Coach es ofrecerte la mejor información y recursos que pueda sobre diseño de aprendizaje. Pero hay más de 350 artículos en el sitio, por lo que algunas de las enseñanzas de interés quedan enterradas. Así que pensé en enviar algunos emails adicionales para ayudarte a encontrar artículos y recursos que puedan servirte, además del boletín.

Connie Malamed

¿Qué mejor que recibir esta newsletter cada mes y estar al tanto de lo que se mueve? Connie tiene varios podcast sobre el tema estrella, la inteligencia artificial, que puedes encontrar de interés.

Cathy Moore

Otro peso pesado por sus aportaciones novedosas al diseño instruccional es Cathy Moore. Desde que leí su Manifiesto de la formación y el desarrollo comencé a seguir su trabajo. Cathy Moore hace un trabajo previo con la clientela para comprender qué es lo que necesitan, porque, como muchos diseñadores instruccionales experimentados sabemos, la mayoría de las veces NO es un curso lo que hace falta.

Recuerdo una vez que me encargaron una formación presencial sobre comunicación eficaz. El aire se cortaba desde el primer momento en que entré en la sala. Los participantes me hacían preguntas como para probar mis conocimientos, pero al cabo me di cuenta de lo que ocurría: un grave problema de comunicación interna que no se podía resolver con un curso, sino cambiando los fundamentos de la forma de comunicar desde arriba. Algo que las empresas que tienen este tipo de problema no hacen, porque ni siquiera son conscientes de su carencia.

Por tanto, conviene revisar qué es y qué no es lo que hacemos en la formación online (y presencial). Aquí tienes una traducción del Manifiesto, que publiqué con permiso de Cathy. En él encontrarás otro buen listado de profesionales y libros a los que recurrir.

Mike Taylor

A primeros de año os presenté a Mike Taylor, pero ahora merece la pena hablar un poco más de este especialista en e-learning que no duda en probar todas las herramientas y aplicaciones que ofrece la tecnología. El boletín semanal de Mike, Friday Finds, es muy rico en recursos de todo tipo, pruebas de distintas aplicaciones, artículos sobre la formación y el desarrollo, relación entre el marketing y el e-learning, eventos en los que participa el propio Mike… Sentirás su cercanía si te suscribes a su newsletter. Mike también está muy concienciado del gran cambio que supone la IA en nuestro trabajo, por lo que seguirle te hará estar muy al día.

Bruce Graham

No puedo dejar de mencionar a Bruce Graham, un gran profesional en e-learning y locución del Reino Unido que me ayudó en mis primeros pasos como freelance, hace muchos años. Bruce era un participante activo de la comunidad de Articulate que mencionaba antes, E-learning Heroes, y siempre echaba una mano en lo que fuera necesario. Siento mucha gratitud hacia él, puesto que siempre estuvo ahí para darme una respuesta.

Aun actualmente mantenemos el contacto, de vez en cuando nos decimos «hola» digitalmente.

Instituciones reconocidas

Learning Guild es una comunidad de práctica para quienes tienen relación o trabajan en el diseño, desarrollo, estrategia y gestión del aprendizaje organizacional. Según reza su página web: «Nuestro objetivo es crear un lugar donde los profesionales del aprendizaje puedan compartir sus conocimientos, experiencia e ideas para construir una mejor industria y mejores experiencias de aprendizaje para todos». Puedo dar fe de que es así, llevo siendo miembro de esta comunidad desde hace años.

ATD (Association for Talent Development, antes llamada ASTD) organiza conferencias para educar e inspirar a profesionales en el campo del desarrollo del talento. Lo lleva haciendo desde 1945. Los más grandes en formación y desarrollo han impartido conferencias en estos eventos.

El diseño instruccional en España

Fuera de España, el diseño instruccional se estudia y es algo necesario para dedicarse a la formación, sea presencial o sea online. Por tanto, no se suele distinguir que hablemos de «learning» o de «e-learning»: siempre se está hablando de aprendizaje. En España, sin embargo, el diseño instruccional se asocia únicamente a la formación online. Esto tiene dos problemas: por un lado, se minimiza la figura del profesional, al que se llama también «guionista» (una pena, por cierto, que ser «guionista» sea algo de poco nivel, cuando es uno de los trabajos intelectuales más creativos y difíciles, y que mayor valor aporta). Por otro lado, se asocia el conocer el uso de herramientas informáticas con ser informático, por lo que no se comprende la dimensión pedagógica clave en cualquier profesional del diseño instruccional.

Marta Torán

Hecha esta aclaración, quería hablar de Marta Torán, una especialista con muchísima experiencia, que se caracteriza por compartir información y conocimientos. Lo hace a través de Scoop It, un agregador de información que utiliza para compartir temas de aprendizaje.

Marta es una fiel defensora de la filosofía del «working out loud«, decir en qué se está trabajando y compartirlo en un entorno colaborativo, en lugar de recurrir a la ocultación y falta de transparencia, un modo de trabajar que también es el mío y el de Mike Taylor, que compartió en su último boletín un artículo sobre la efectividad de esta filosofía.

Conozco a Marta Torán porque fue mi responsable de e-learning en una de mis experiencias laborales. Y estoy agradecida de haber coincidido con ella, porque he conocido a una gran profesional de nuestro sector en España, alguien que realmente se interesa por el aprendizaje y con experiencia sobrada.


Espero que todas estas referencias sirvan a los profesionales de la formación, especialmente a los diseñadores instruccionales. Si estás comenzando, es un buen punto de partida, y, si ya tienes experiencia, puede que descubras planteamientos novedosos.

Esta entrada está dedicada a Carmen García, Marta López, Mariana Aladejo, Rubén Guzmán, Mariela Cherini, Roberto Galar, Carlos Lafuente, Gaspar Argüello y Eduardo Tejedor, que han contribuido a formar un gran departamento de contenidos y e-learning. ¡Gracias, maj@s!

Artistas en la sombra

Alfeizar 2, ilustrado por un artista en la sombraPodría decir artesanos.

Podría decir que están a la vista pero tú no ves sus nombres.

Son, somos, las personas que trabajamos en tareas creativas que quedan “por detrás”, sumidas en el anonimato, por las que no nos pueden elogiar en abierto ya que no llevan nuestra firma.

El primer artista

El primer artista así que quiero nombrar es mi propio padre. Mi padre ha sido un diseñador gráfico con su propia empresa de publicidad. Puede que sea fácilmente el único dibujante en España capaz de ilustrar libros de anatomía forense y fisioterapia, con una técnica artesanal que comienza con el dibujo en papel, incluso con una pintura, que luego es escaneada y tratada digitalmente en Photoshop.

Las ilustraciones de mi padre aparecen en muchos libros de medicina. Nunca verás su nombre en ellos. Es como si el ilustrador no existiera.

Rellenar lo que hacen otros

Los artistas en la sombra “rellenan” el contenido de lo que lleva el nombre de otro. A veces no de una persona, sino de una organización.

Pueden ser diseñadores gráficos como mi padre, traductores, guionistas, fotógrafos, programadores, desarrolladores, escritores como yo…

Tenemos en común que contribuimos con lo mejor de nosotr@s a una obra final en la que no habrá títulos de crédito.

Los títulos de crédito

Antes Hollywood era así. Una vez me documenté sobre una actriz de Hollywood que tuvo su esplendor en los años veinte. En esa época, las películas no llevaban los nombres de actores y actrices para evitar que cobraran más. El cambio se produjo en vida de esta actriz, que pasó de cobrar 25 dólares por semana a cobrar 500 dólares. En los años veinte…

Actualizo este artículo con más información sobre los títulos de crédito: ¿alguien se fija en quién es el guionista? Aquel o aquellos que inventan la historia, que la crean, y que quizá la adaptan a las exigencias de quien la produce, ellos parece ser, también son artistas en la sombra, como comenta aquí Natxo López.

Las obras creadas por artistas en la sombra

Una obra así, con artistas en la sombra, puede ser un anuncio publicitario, un curso online, un calendario, un libro de texto…

Y aquí quiero mencionar uno de mis libros de texto preferidos: Alféizar de 2º (de E.G.B., es decir, de primaria).

Alféizar de 2º es un libro de Anaya que consiste en una serie de textos adaptados, ilustraciones bellísimas y actividades para niñ@s de 7 años. Le debemos este libro a Gonzalo Abril Curto, Mercedes Gómez-Carrillo Carrasco, María Teresa Sancho Castiello y la coordinación de Benjamín Aragón González. Los tres primeros “han colaborado en la redacción de este libro”. Mi profundo agradecimiento porque es un libro mágico, lleno de obras de grandes escritores muy bien adaptadas.

Pero, ¿quién lo ilustró? No lo sé.

Me pasé las horas muertas observando cada uno de los dibujos que tiene este libro. Para algunas obras como El burro flautista o El lagarto está llorando, la imagen mental que tengo es el dibujo de este libro.

Alfeizar 2, El lagarto está llorando, artistas en la sombra

En todo caso, el orgullo de artista por delante

Yo no me siento mal por dedicarme a redactar o recrear textos que nunca llevarán mi firma. Al contrario, me siento orgullosa de poder participar en grandes proyectos con compañías de primera línea, porque son los que permiten hacer algunas formaciones muy interesantes: recursos de alto nivel (como fotografías de buenos fotógrafos, imágenes diseñadas por buenos diseñadores gráficos, ilustraciones de buenos ilustradores), gamificación, planteamientos novedosos, respeto por el alumno adulto…

Solo a veces tengo cierta “mistalgia” de reconocimiento con nombre y apellidos, ese que sí tienen los artistas que trabajan en el cine o teatro, los que escriben libros que se venden, los que exponen sus cuadros o fotografías… Mistalgia o melancolía por el recuerdo de una dicha que no tuve. O solo tuve brevemente.

Solo un poco de mistalgia.


Nota final: ¿acaso los introvertidos (INFJ y otros) no buscamos este tipo de trabajos que nos permiten trabajar en solitario y sin tener que exponernos? Si hay algun@ leyéndome, me gustaría conocer tu opinión.

Luego está este otro tema que menciona Dibujando con palabras… Quizá otro día nos unamos a su reflexión.

¿Por qué construir e-learning interactivo es un proceso en dos pasos?

Artículo traducido del original de Tom Kuhlmann.

Consejos de e-learning interactivo
¿Cómo se define el elearning interactivo?
Es una pregunta que hago a los clientes cuando me dicen que quieren un curso de e-learning interactivo. Por lo general, ellos definen elearning interactivo con lo que normalmente consideramos «fuegos artificiales». A menudo, mencionan cosas como botones de fantasía que cambian de color y efectos de rollover.
A veces, bromeamos sobre ellos como interacciones superfluas o innecesarias. Sin embargo, sí juegan un papel importante en el elearning interactivo. Pero son solo una parte del proceso de aprendizaje electrónico interactivo.

Paso 1: el e-learning interactivo requiere acciones en pantalla

Uno de los objetivos del aprendizaje electrónico interactivo es construir una experiencia inmersiva. El diseño visual del curso debe ser contextual. Es algo que hemos revisado antes. Por ejemplo, si estás haciendo un curso sobre tecnología de salas de operaciones, querrás llevar al alumno a la sala de operaciones. Puedes hacer parte de esto recurriendo a tu voz visual y elaborando una pantalla visualmente absorbente.
Otra forma de crear una experiencia de inmersión es que los usuarios interactúen con los elementos que aparecen en pantalla o «toquen la pantalla.» Hemos hablado de esto antes en una entrada de blog sobre cómo tocar la pantalla.

Tocar la pantalla

Tocar la pantalla es la clave. Tampoco es una opción de y/o. Independientemente de la forma de diseñar las interacciones de tu curso, el alumno va a interactuar con él. Ofrecerás opciones para hacer clic, pasar el ratón, o arrastrar. Y puesto que este es el caso, es necesario que te asegures de que estas interacciones en pantalla contribuyen a una experiencia interactiva de alto valor que mete al alumno en el curso.

Paso 2: el e-learning interactivo requiere acciones en el cerebro

Interactuar con los elementos que aparecen en pantalla es una parte importante del diseño de los cursos de e-learning. Sin embargo, el objetivo final del curso es alcanzar objetivos específicos de aprendizaje. Así que en ese sentido, yo defino elearning interactivo como conseguir que el alumno interactúe con el contenido. Esto es más que interacciones visuales y táctiles. Incluye que los alumnos procesen lo que han aprendido y demuestren comprensión.

Aprendizaje interactivo

Aquí hay algunas claves para la elaboración de una correcta experiencia interactiva:

  • Desarrolla objetivos claros de aprendizaje. ¿Por qué los alumnos realizan este curso y qué esperas de ellos cuando lo hayan acabado? He aquí un buen punto de partida para aprender más sobre la creación de buenos objetivos de aprendizaje.
  • Haz que los alumnos demuestren su comprensión. Con objetivos claros se puede desarrollar un medio para que el alumno demuestre lo que han aprendido y su nivel de comprensión. Esto es más que un simple test de opciones múltiples. En lugar de ello, son las actividades del curso y las situaciones de toma de decisiones los que demuestran lo que saben.
  • Coloca su aprendizaje en un contexto pertinente. Muchos de los cursos de e-learning confían demasiado en la información y no lo suficiente en el rendimiento. Una forma de evitar esta trampa es enmarcar el contenido en un contexto que sea real para los alumnos. Y luego presentar la experiencia de aprendizaje de una manera que refleje la forma en que trabajan y el tipo de decisiones que necesitan tomar. Aquí hay un post sobre cómo pasar del aprendizaje basado en información al aprendizaje basado en el rendimiento.

El e-learning interactivo involucra al alumno. Puedes involucrar sus sentidos para elaborar una experiencia de inmersión (hacer que tenga un aspecto magnífico y ofrecer un montón de interactividad en pantalla). Pero no puedes pararte ahí. También necesitas hacer que procesen la información. Sitúalos en un contexto relevante y haz que tomen el tipo de decisiones que tomarían en la vida real.

Combina la interactividad de «tocar la pantalla» con una buena toma de decisiones y estarás en la vía para crear grandes cursos de e-learning. ¿Cuál es tu opinión?

Getting Instructional Design Closer to the Business

Una visión fundamental para todo formador: tener la vista puesta en el negocio al que sirve.

Avatar de brucukOnlinelearn - Thoughts on Course Design

I am constantly amazed by instructional designers that think that «training» is what they do, rather than «help businesses», and ignore some of the norms of business behaviour and thinking.

So – here’s 5 things you can do to get closer to business.

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