La rutina, ¿recordáis?, es lo que siempre queríamos dejar atrás. La expresión utilizada era:
Escapa de la rutina.
Y luego nos vendían un coche. O cualquier otro producto.
Sin embargo, cuando nos han quitado la rutina, nos hemos desorientado por completo.
Ha habido largas semanas en las que tratábamos de adaptarnos a la nueva situación. El ¿quién se ha llevado mi queso? ha sido el motor de la búsqueda por los laberintos.
Después, poco a poco, hemos encontrado rutinas y citas diarias que nos han ayudado a estructurar el tiempo. Los expertos las aconsejan. Se nos dice que es mejor tener una rutina diaria y, curiosamente, nadie se plantea «escapar de la rutina», sino que la reacción ha sido buscar la rutina y mantenerla.
Esta es la enorme capacidad adaptativa del ser humano: parece que ahora hasta nos sentimos cómodos/as en la nueva situación, «inexperimentada» (tomo esta palabra de Emilio Lledó, perfecta para describir la situación).
Expertos en confinamiento
Antes he dicho que los expertos aconsejan las rutinas diarias. Me gustaría conocer la composición del grupo de expertos: quién lo dice, cuál es su experiencia, por qué lo contrario de la rutina no sería aconsejable…
Quizá los mejores expertos en cuanto a encierro son los presos, o las personas que tienen que vivir en aislamiento por algún motivo.

La evocación de los presos me trae el recuerdo de frases de la película Cadena perpetua, como «lo único que tenemos es tiempo» o cuando dicen del que se ha adaptado por completo a la cárcel, hasta el punto de no poder vivir fuera de ella, «se ha institucionalizado«.
Otro ejemplo de aislamiento son los científicos que están a solas en una base en lugares remotos como el Polo Norte, o personas como Roberto Saviano, a quien Iñaki Gabilondo entrevistó el pasado jueves en Volver para ser otros. Roberto Saviano es un periodista perseguido por la camorra por haber revelado sus actividades en distintos libros y artículos. Está amenazado de muerte y va con escolta desde los 26 años; ahora tiene 40.
El propio Saviano afirma que ha aprendido de las personas encarceladas y de las que están postradas en una cama. Y sus conclusiones son que (parafraseando a Saviano):
Lo mejor para vivir confinado, aislado, es tener una rutina exactamente igual cada día, estar disciplinado a esa rutina como forma de medir el tiempo, de estructurarlo y de pasarlo.
Encuentra tu rincón
Roberto Saviano también nos recomienda encontrar nuestro propio rincón, hacer nuestro un espacio para vivir la casa de forma profunda, no como estando de vacaciones, sino buscando una comodidad que nos puede aportar paz. Esto me ha recordado a uno de los libros que he retomado estos días, La poética del espacio de Gaston Bachelard.
Según Bachelard, el rincón es ese espacio reducido donde nos gusta acurrucarnos, agazaparnos. Es como el germen de la habitación o de la casa. Nos dice:
El rincón «vivido» restringe la vida, la oculta, es una negación del universo.
Este refugio a modo de caparazón parece adaptarse a la restricción impuesta desde fuera: si tengo que permanecer en este espacio llamado casa, puedo a mi vez recogerme en un espacio aún más restringido, más íntimo, que será mi rincón.
La libertad es movimiento
Siendo esta situación un «Atrapados en el espacio (de mi casa)», parece que las rutinas son las que ayudan a trascender ese espacio, especialmente cuando conllevan una relación con otras personas a través del teléfono y las distintas redes sociales, o bien cuando se trata de meditar y evadir la mente.
Sin embargo, Roberto Saviano comentaba en la entrevista antes citada que la libertad es movimiento. Deseamos salir y movernos libremente, esa es una esperanza lícita, que sin embargo mantenemos enfriada de todas las maneras posibles.
Gracias a la creación de nuestros pequeños rincones, la práctica de ejercicio que quepa en nuestro espacio, y el vivir con plenitud y confianza el momento presente, podemos aparcar el fuerte deseo de libertad a través del movimiento.
Gracias a la rutina
A pesar de que lo más creativo es responder a cada momento a lo que está sucediendo, y estar en la acción y en lo que se necesita, lo cierto es que tenemos que dar gracias a la rutina, que nos permite apoyarnos en ella y estar cómodos en nuestros rincones, en nuestros espacios, en nuestro día a día.
Así, sentimos que hay menos incertidumbres y que dejamos de ir a ciegas. Por ello, este homenaje a nuestra amiga la rutina.
Aquí puedes ver la entrevista completa a Roberto Saviano:
2 respuestas a “Homenaje a la rutina”