Pero, ¿es saludable?

He observado que en los tiempos que corren ya no se trata de disfrutar de comer ni del placer de hacer ejercicio, tanto como de la utilidad, del ser «sano y saludable».

La comida y el ejercicio son dos elementos que se engloban en los «hábitos de vida saludables». Es decir, ahora se hace hincapié en que los alimentos alimentan y en que el ejercicio ejercita… Lo que importa es que todo sirva para algo y arroje utilidad, una utilidad siempre relacionada con la salud.

La imagen muestra una bolsa con nueces, uno de los alimentos sanos y saludables

Alimentación sana y saludable

Se distribuyen a través de las redes sociales informaciones sobre las propiedades de los alimentos, tanto de los que se anuncian (alimentos procesados y/o que tienen una marca) como de los que no (alimentos frescos y genéricos).

Te prometo que hoy, teniendo el artículo escrito, he recibido unas cuantas:

Aparece una serie de frutas con sus propiedades saludables
Desconozco la fuente de estas imágenes.

Por ejemplo, es fácil encontrarse con un mensaje que destaca las propiedades del dátil, los beneficios de tomar un yogur al día o las razones por las que debes comer pescado. Además, la publicidad de los alimentos se asimila a la de los fármacos, explicando cuántas dosis al día hay que tomar de algo para tener una vida más saludable, sin contemplar la posibilidad de que no lo tomes en absoluto.

Así, el alimento alimenta, y es más, te ayuda «a ser mejor».

Ejercicio sano y saludable

Ya no basta con que practiques un deporte que te guste. A nadie le importa si disfrutas nadando, si te lo pasas pipa haciendo zumba o si estás deseando que llegue el fin de semana para tu partido de tenis o tu ecstatic dance.

Lo que importa es que los beneficios para tu cuerpo estén listados apropiadamente y demostrados científicamente, por lo que dirás:

Practico running porque está comprobado que mejora la capacidad pulmonar, aumenta la capacidad cardio-respiratoria y es un antidepresivo natural.

Te será entonces imprescindible que un aparato externo a ti te indique si tu corazón late demasiado deprisa o si te has cansado.

La carrera del consumidor

Alguien tan prestigioso como Zygmunt Bauman, un habitual de nuestras páginas, ya describió esto en su libro Modernidad líquida, cuando hablaba de la «carrera del consumidor»:

«Es un estado de perpetuo autoescrutinio, autorreproche y autodesaprobación y, por tanto, de ansiedad constante.»

Según explica Bauman, la definición tradicional de salud era la de ausencia de enfermedad, mientras que ahora, la idea de estar en forma y llevar una vida de hábitos sanos y saludables no tiene medida ni límites: «Estar en forma ha de ser un esfuerzo constante».

No importa si es cierto… Ya lo será

Un aspecto interesante de todo esto es que no importa demasiado el tipo de argumento «sano y saludable» que se nos ofrezca, especialmente en los alimentos procesados.

Por oleadas incomprensibles, a veces unos alimentos son satánicos mientras que en otras ocasiones son imprescindibles para tener unos hábitos saludables. Por ejemplo:

  • Durante muchos años los huevos estuvieron condenados por contribuir al colesterol «malo», así como las sardinas y todos los pescados azules. Ahora es todo lo contrario.
  • Antiguamente, la margarina era lo bueno, ya que era una grasa obtenida de los vegetales, frente a la perniciosa mantequilla, de origen animal. Ahora es al contrario, ya que la margarina es el producto de solidificar aceites vegetales, un proceso que lo convierte en grasa «trans».
  • Otro ejemplo es que los lácteos van alternativamente encontrando argumentos de «sano y saludable» y estudios y ejemplos que recomiendan disminuir su consumo.

En lo que respecta al ejercicio, oleadas similares han recomendado distintos tipos de ejercicio o los han desaconsejado. Aquí lo tengo menos claro, pero creo recordar que:

  • El tenis se ha visto alternativamente como un deporte muy completo en que se ejercita todo el cuerpo y un deporte perjudicial porque provoca muchas lesiones.
  • Correr se ve como un ejercicio natural porque los músculos de nuestras piernas están preparados para ello, o bien como un ejercicio perjudicial porque «machaca» las rodillas.

Conclusiones

En definitiva, pienso que si algo lleva el nombre de «alimento» es porque cumple su función de «alimentar», y que es interesante conocer las propiedades de lo que comemos, sin llegar a la ansiedad de no comer nunca lo suficientemente bien. Estoy de acuerdo con hacer una dieta rica y variada, es además mucho más divertido.

Y por otro lado, también pienso que es interesante hacer ejercicio porque se disfruta, sin tener que estar midiendo cómo repercute en las constantes vitales, el peso, las calorías… De manera que simplemente dejarse llevar por la actividad y su disfrute sean el objetivo.


¿Qué opinas? ¿Cómo vives esto? ¿Te parece que estos hábitos son una especie de obligación o te sirven para apoyarte en ellos y llevar una vida que te gusta más?

Ya sabes que me encanta que me leáis y que dejéis comentarios si os apetece. 🙂

Una respuesta a “Pero, ¿es saludable?

  1. Lourdes

    Estoy de acuerdo, hoy se analiza todo de manera que nos olvidamos de disfrutar simplemente del placer de comer o de hacer cualquier actividad, simplemente por el hecho de disfrutar de la vida.

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