El pasado sábado pude ir a un show de magia en A toda magia, con la actuación de Edu el mago. Este «mago de altura» (como él mismo dice) es un mago excelente, humorista y bailarín de danza urbana. Es un animador nato, con una capacidad increíble de recordar los nombres de todas las personas con las que interactúa y de manejar la información de una manera desenvuelta e ingeniosa.
Conocí este centro de magia a través de uno de sus alumnos aventajados y compañero de teatro. Fui a verlo el 8 de febrero y me apunté mentalmente ir de vez en cuando a ver el show: un espacio acogedor, el público distribuido en mesas, se puede pedir un picoteo a buen precio y el show también tiene un buen precio.
Kiko del Show lleva el negocio desde hace 12 años de forma entusiasta y apasionada, le gusta lo que hace y lo transmite. Su sofisticación llega al nivel de tener una cortina automatizada que se cierra o abre con un mando a distancia.
Después vino el confinamiento.
…
Y volví al mismo lugar el sábado 7 de noviembre.
Kiko del Show había tenido que cerrar su negocio durante 7 meses y había empezado a abrir tímidamente, con el aforo reducido y todas las medidas de seguridad posibles. Aun así, ¿es posible mantener el negocio?
La pasión de Kiko del Show sigue ahí tantos meses después, pero su voz se quiebra cuando cuenta a su público que se está planteando seriamente, después de 12 años, cerrar su espectáculo. Cerrar lo que es su vida porque no cuadran las cuentas.
Cuando pensamos en locales a pie de calle, solemos quedarnos en los bares y poco más, también porque es de lo que más se habla. Además de los bares, hay muchos negocios que dependen de particulares: la formación presencial, las escuelas de danza, música, teatro, pintura, etc., las librerías, las tiendas de juguetes, los bolos, los teatros, los magos, improvisadores, monologuistas, clowns…
Es comprensible que no se quiera volver al confinamiento total para no acabar de hundir negocios como estos, si bien el confinamiento empieza a ser «mental». Se nos van olvidando las opciones todavía disponibles porque nos vamos habituando a un tipo de vida más enclaustrado y monótono. Así, los negocios agonizan, la gente tiene miedo de acudir o simplemente no se acuerda de que eso estaba ahí.
Es un paso muy duro para muchos. Hasta ahora, hemos hablado de las alternativas online a la formación presencial. Y el propio Kiko del Show hace espectáculos en vivo a través de su cuenta de Instagram. Pero un espectáculo visto en una pequeña pantalla no tiene nada que ver con un espectáculo visto en persona. Ni se puede cobrar lo mismo. Un espectáculo online no sirve para mantenerse.
En la carrera (Económicas) estudié que esto era el mercado: las empresas que se adapten, continúan, las que no se puedan adaptar, caen. Surgen nuevas empresas que responden a nuevas necesidades. Cuando se ve así, parece un proceso muy limpio: la Economía es amoral.
Y verdaderamente, nuestro destino colectivo actual parece indicar que esto tiene que ocurrir así, que unos van a caer y otros no y que los que nos vamos quedando tenemos que seguir caminando hacia adelante, aunque nuestra mirada se dirija con compasión a los que caen.
Aun así, no puedo evitar tratar de salvar a alguno por el camino, salvar el teatro, salvar el cine, salvar la magia.
Salvar la magia es como salvar a las hadas en Peter Pan, se consigue mediante aplausos. Y el mago los tiene que escuchar.
Te animo a informarte del siguiente espectáculo de A toda magia, creo que lo disfrutarás mucho.